
Nací en Valencia
Nací un 14 de noviembre en Valencia, en un entorno familiar unido, con cariño y amor.
Siempre fui un niño alegre, con mucha energía y con ganas de revolucionar todo mi entorno.
Fui un bebe que reclamaba mucha atención y necesité de muchos cuidados por parte de mis padres durante mis primeros años de vida.
Feliz, alegre y contestón
Hasta que cumplí la mayoría de edad, la vida fue muy generosa conmigo y jamás me faltó de nada. En el colegio no tuve ningún gran problema y durante mi adolescencia en general no hubo nada fuera de lo común para un chico de mi edad.
Era un chaval alegre, sociable, respetuoso y muy unido a mis amigos. Eso sí, lo que tenía de alegre lo tenía de contestón: jamás me gustó que me dijesen lo que tenía que hacer y algún que otro encontronazo me busqué con los profesores.
Estudio Ciencias Empresariales
Terminé los estudios obligatorios, bachiller y me matriculé en Ciencias Empresariales como opción entre todas las dudas que tenía y los consejos de mi entorno.
Aprendí sobre contabilidad, marketing y economía. La vida universitaria fue una mezcla de jueves de fiesta, jugar a las cartas en la cafetería y pasar las noches estudiando algo que me gustaba, pero ni de lejos me apasionaba.
Me apalanco en el comercio
Terminé la carrera y se me cierran puertas profesionales por mi nula experiencia.
Continué trabajando en el sector del comercio donde ya había trabajado antes y sin apenas darme cuenta, estuve durante 6 años acomodado en un trabajo que me daba dinero y me resultaba fácil. Tenía estabilidad económica y laboral.
Primer punto de inflexión
Acomodado en Mallorca y con una vida que me hacía feliz: pareja, trabajo y dinero; a finales de año se rompe la relación y la tristeza que sentí me hizo encontrar refugio dentro de mí.
Comencé a interesarme por mi propio desarrollo personal y espiritual. Leí libros, vi conferencias y me apunté a meditación para aprender a calmar mi mente.
Amo y aborrezco el desarrollo personal
Comencé un trabajo de introspección y autoconocimiento que me hizo entender mis emociones, trabajar en bloqueos, miedos e inseguridades que hizo generar en mi un profundo cambio, al mismo tiempo que seguía unido al comercio para poder ganar dinero.
Recupero la ilusión al mismo tiempo que me voy desvinculando poco a poco del desarrollo personal. Me confío, creo que ya he aprendido todo lo necesario y dejo de leer, abandono la práctica de la meditación y me harto el desarrollo personal. Sentía que había dejado de aportarme valor.
Me formo como coach
La pandemia me obligó a ponerme en modo pausa y me reconcilié con el desarrollo personal, ahora con ganas de profesionalizar todo lo que había aprendido y dar un paso más.
Me formé como coach y aprendí las bases y las herramientas para acompañar a las personas a conseguir sus objetivos personales y profesionales, aunque siempre me parecía que no se ahondaba lo suficiente en la persona.
No termino de sentirme cómodo con la herramienta y me planteo enfocar las sesiones de otra manera.
Nuevo proyecto de vida
Conozco y contacto con Alberto Apolo, conoce mi historia y juntos comenzamos a crear mi nuevo proyecto.
Comienza todo un proceso introspectivo para conocer mi verdadera esencia, comprender todo el camino vivido y como materializar todo lo que había aprendido sobre desarrollo personal y coaching en un proyecto alineado conmigo.
Descubrimos y pulimos mi potencial para acompañar a personas en procesos de cambio y emprender su camino, diseñamos las sesiones y la metodología de acompañamiento y encontramos y formamos mi propio método personal, unido a mi formación en coaching para acompañar a las personas a que puedan crear su vida en coherencia con sus propios valores.

Nací en Valencia
Nací un 14 de noviembre en Valencia, en un entorno familiar unido, con cariño y amor.
Siempre fui un niño alegre, con mucha energía y con ganas de revolucionar todo mi entorno.
Fui un bebe que reclamaba mucha atención y necesité de muchos cuidados por parte de mis padres durante mis primeros años de vida.
Feliz, alegre y contestón
Hasta que cumplí la mayoría de edad, la vida fue muy generosa conmigo y jamás me faltó de nada. En el colegio no tuve ningún gran problema y durante mi adolescencia en general no hubo nada fuera de lo común para un chico de mi edad.
Era un chaval alegre, sociable, respetuoso y muy unido a mis amigos. Eso sí, lo que tenía de alegre lo tenía de contestón: jamás me gustó que me dijesen lo que tenía que hacer y algún que otro encontronazo me busqué con los profesores.
Estudio Ciencias Empresariales
Terminé los estudios obligatorios, bachiller y me matriculé en Ciencias Empresariales como opción entre todas las dudas que tenía y los consejos de mi entorno.
Aprendí sobre contabilidad, marketing y economía. La vida universitaria fue una mezcla de jueves de fiesta, jugar a las cartas en la cafetería y pasar las noches estudiando algo que me gustaba, pero ni de lejos me apasionaba.
Me apalanco en el comercio
Terminé la carrera y se me cierran puertas profesionales por mi nula experiencia.
Continué trabajando en el sector del comercio donde ya había trabajado antes y sin apenas darme cuenta, estuve durante 6 años acomodado en un trabajo que me daba dinero y me resultaba fácil. Tenía estabilidad económica y laboral.
Primer punto de inflexión
Acomodado en Mallorca y con una vida que me hacía feliz: pareja, trabajo y dinero; a finales de año se rompe la relación y la tristeza que sentí me hizo encontrar refugio dentro de mí.
Comencé a interesarme por mi propio desarrollo personal y espiritual. Leí libros, vi conferencias y me apunté a meditación para aprender a calmar mi mente.
Amo y aborrezco el desarrollo personal
Comencé un trabajo de introspección y autoconocimiento que me hizo entender mis emociones, trabajar en bloqueos, miedos e inseguridades que hizo generar en mi un profundo cambio, al mismo tiempo que seguía unido al comercio para poder ganar dinero.
Recupero la ilusión al mismo tiempo que me voy desvinculando poco a poco del desarrollo personal. Me confío, creo que ya he aprendido todo lo necesario y dejo de leer, abandono la práctica de la meditación y me harto el desarrollo personal. Sentía que había dejado de aportarme valor.
Me formo como coach
La pandemia me obligó a ponerme en modo pausa y me reconcilié con el desarrollo personal, ahora con ganas de profesionalizar todo lo que había aprendido y dar un paso más.
Me formé como coach y aprendí las bases y las herramientas para acompañar a las personas a conseguir sus objetivos personales y profesionales, aunque siempre me parecía que no se ahondaba lo suficiente en la persona.
No termino de sentirme cómodo con la herramienta y me planteo enfocar las sesiones de otra manera.
Nuevo proyecto de vida
Conozco y contacto con Alberto Apolo, conoce mi historia y juntos comenzamos a crear mi nuevo proyecto.
Comienza todo un proceso introspectivo para conocer mi verdadera esencia, comprender todo el camino vivido y como materializar todo lo que había aprendido sobre desarrollo personal y coaching en un proyecto alineado conmigo.
Descubrimos y pulimos mi potencial para acompañar a personas en procesos de cambio y emprender su camino, diseñamos las sesiones y la metodología de acompañamiento y encontramos y formamos mi propio método personal, unido a mi formación en coaching para acompañar a las personas a que puedan crear su vida en coherencia con sus propios valores.

Nací en Valencia
Nací un 14 de noviembre en Valencia, en un entorno familiar unido, con cariño y amor.
Siempre fui un niño alegre, con mucha energía y con ganas de revolucionar todo mi entorno.
Fui un bebe que reclamaba mucha atención y necesité de muchos cuidados por parte de mis padres durante mis primeros años de vida.
Feliz, alegre y contestón
Hasta que cumplí la mayoría de edad, la vida fue muy generosa conmigo y jamás me faltó de nada. En el colegio no tuve ningún gran problema y durante mi adolescencia en general no hubo nada fuera de lo común para un chico de mi edad.
Era un chaval alegre, sociable, respetuoso y muy unido a mis amigos. Eso sí, lo que tenía de alegre lo tenía de contestón: jamás me gustó que me dijesen lo que tenía que hacer y algún que otro encontronazo me busqué con los profesores.
Estudio Ciencias Empresariales
Terminé los estudios obligatorios, bachiller y me matriculé en Ciencias Empresariales como opción entre todas las dudas que tenía y los consejos de mi entorno.
Aprendí sobre contabilidad, marketing y economía. La vida universitaria fue una mezcla de jueves de fiesta, jugar a las cartas en la cafetería y pasar las noches estudiando algo que me gustaba, pero ni de lejos me apasionaba.
Me apalanco en el comercio
Terminé la carrera y se me cierran puertas profesionales por mi nula experiencia.
Continué trabajando en el sector del comercio donde ya había trabajado antes y sin apenas darme cuenta, estuve durante 6 años acomodado en un trabajo que me daba dinero y me resultaba fácil. Tenía estabilidad económica y laboral.
Primer punto de inflexión
Acomodado en Mallorca y con una vida que me hacía feliz: pareja, trabajo y dinero; a finales de año se rompe la relación y la tristeza que sentí me hizo encontrar refugio dentro de mí.
Comencé a interesarme por mi propio desarrollo personal y espiritual. Leí libros, vi conferencias y me apunté a meditación para aprender a calmar mi mente.
Amo y aborrezco el desarrollo personal
Comencé un trabajo de introspección y autoconocimiento que me hizo entender mis emociones, trabajar en bloqueos, miedos e inseguridades que hizo generar en mi un profundo cambio, al mismo tiempo que seguía unido al comercio para poder ganar dinero.
Recupero la ilusión al mismo tiempo que me voy desvinculando poco a poco del desarrollo personal. Me confío, creo que ya he aprendido todo lo necesario y dejo de leer, abandono la práctica de la meditación y me harto el desarrollo personal. Sentía que había dejado de aportarme valor.
Me formo como coach
La pandemia me obligó a ponerme en modo pausa y me reconcilié con el desarrollo personal, ahora con ganas de profesionalizar todo lo que había aprendido y dar un paso más.
Me formé como coach y aprendí las bases y las herramientas para acompañar a las personas a conseguir sus objetivos personales y profesionales, aunque siempre me parecía que no se ahondaba lo suficiente en la persona.
No termino de sentirme cómodo con la herramienta y me planteo enfocar las sesiones de otra manera.
Nuevo proyecto de vida
Conozco y contacto con Alberto Apolo, conoce mi historia y juntos comenzamos a crear mi nuevo proyecto.
Comienza todo un proceso introspectivo para conocer mi verdadera esencia, comprender todo el camino vivido y como materializar todo lo que había aprendido sobre desarrollo personal y coaching en un proyecto alineado conmigo.
Descubrimos y pulimos mi potencial para acompañar a personas en procesos de cambio y emprender su camino, diseñamos las sesiones y la metodología de acompañamiento y encontramos y formamos mi propio método personal, unido a mi formación en coaching para acompañar a las personas a que puedan crear su vida en coherencia con sus propios valores.

Nací en Valencia
Nací un 14 de noviembre en Valencia, en un entorno familiar unido, con cariño y amor.
Siempre fui un niño alegre, con mucha energía y con ganas de revolucionar todo mi entorno.
Fui un bebe que reclamaba mucha atención y necesité de muchos cuidados por parte de mis padres durante mis primeros años de vida.
Feliz, alegre y contestón
Hasta que cumplí la mayoría de edad, la vida fue muy generosa conmigo y jamás me faltó de nada. En el colegio no tuve ningún gran problema y durante mi adolescencia en general no hubo nada fuera de lo común para un chico de mi edad.
Era un chaval alegre, sociable, respetuoso y muy unido a mis amigos. Eso sí, lo que tenía de alegre lo tenía de contestón: jamás me gustó que me dijesen lo que tenía que hacer y algún que otro encontronazo me busqué con los profesores.
Estudio Ciencias Empresariales
Terminé los estudios obligatorios, bachiller y me matriculé en Ciencias Empresariales como opción entre todas las dudas que tenía y los consejos de mi entorno.
Aprendí sobre contabilidad, marketing y economía. La vida universitaria fue una mezcla de jueves de fiesta, jugar a las cartas en la cafetería y pasar las noches estudiando algo que me gustaba, pero ni de lejos me apasionaba.
Me apalanco en el comercio
Terminé la carrera y se me cierran puertas profesionales por mi nula experiencia.
Continué trabajando en el sector del comercio donde ya había trabajado antes y sin apenas darme cuenta, estuve durante 6 años acomodado en un trabajo que me daba dinero y me resultaba fácil. Tenía estabilidad económica y laboral.
Primer punto de inflexión
Acomodado en Mallorca y con una vida que me hacía feliz: pareja, trabajo y dinero; a finales de año se rompe la relación y la tristeza que sentí me hizo encontrar refugio dentro de mí.
Comencé a interesarme por mi propio desarrollo personal y espiritual. Leí libros, vi conferencias y me apunté a meditación para aprender a calmar mi mente.
Amo y aborrezco el desarrollo personal
Comencé un trabajo de introspección y autoconocimiento que me hizo entender mis emociones, trabajar en bloqueos, miedos e inseguridades que hizo generar en mi un profundo cambio, al mismo tiempo que seguía unido al comercio para poder ganar dinero.
Recupero la ilusión al mismo tiempo que me voy desvinculando poco a poco del desarrollo personal. Me confío, creo que ya he aprendido todo lo necesario y dejo de leer, abandono la práctica de la meditación y me harto el desarrollo personal. Sentía que había dejado de aportarme valor.
Me formo como coach
La pandemia me obligó a ponerme en modo pausa y me reconcilié con el desarrollo personal, ahora con ganas de profesionalizar todo lo que había aprendido y dar un paso más.
Me formé como coach y aprendí las bases y las herramientas para acompañar a las personas a conseguir sus objetivos personales y profesionales, aunque siempre me parecía que no se ahondaba lo suficiente en la persona.
No termino de sentirme cómodo con la herramienta y me planteo enfocar las sesiones de otra manera.
Nuevo proyecto de vida
Conozco y contacto con Alberto Apolo, conoce mi historia y juntos comenzamos a crear mi nuevo proyecto.
Comienza todo un proceso introspectivo para conocer mi verdadera esencia, comprender todo el camino vivido y como materializar todo lo que había aprendido sobre desarrollo personal y coaching en un proyecto alineado conmigo.
Descubrimos y pulimos mi potencial para acompañar a personas en procesos de cambio y emprender su camino, diseñamos las sesiones y la metodología de acompañamiento y encontramos y formamos mi propio método personal, unido a mi formación en coaching para acompañar a las personas a que puedan crear su vida en coherencia con sus propios valores.