Primer punto de inflexión

Acomodado en Mallorca y con una vida que me hacía feliz: pareja, trabajo y dinero; a finales de año se rompe la relación y la tristeza que sentí me hizo encontrar refugio dentro de mí.
Comencé a interesarme por mi propio desarrollo personal y espiritual. Leí libros, vi conferencias y me apunté a meditación para aprender a calmar mi mente.